¿Por qué un vídeo institucional?


Los objetivos de un vídeo institucional pueden ser variados. Como por ejemplo, influir en las decisiones de nuestros clientes actuales o potenciales, nuestros proveedores, o posibles inversores que puedan aportar fondos para la consecución de los objetivos de nuestra empresa. El vídeo institucional es una forma de presentar nuestra empresa a todos esos agentes internos o externos que tienen relación con nuestra compañía y que pueden ayudarnos a crecer.

Además el vídeo institucional no es una forma cualquiera de presentar a nuestra empresa, por el contrario se trata de un modo de hacerlo dinámico, atractivo, moderno y elegante, que no aburre y por el contrario entretiene, que puede incluso conmover si está hecho de forma adecuada. Un buen vídeo institucional debe causar un impacto visual que sea recordado y que consiga relacionar a nuestra empresa con conceptos que beneficien a nuestra empresa, tales como la seriedad, modernidad y el movimiento. Con un vídeo institucional dejaremos de transmitir la sensación de anquilosamiento que puede producir una presentación escrita.


Es importante además tener una memoria de los momentos importantes por los que ha pasado la empresa y utilizarlos en el futuro como excelente referencia de nuestra forma de trabajar. Se trata también de un vehículo inmejorable para las relaciones públicas, ya que podremos dar a conocer nuestra empresa a destinatarios que incluso ni conocemos, llegando de esta manera a nichos de mercado aun no explorados, y generando por tanto oportunidades nuevas para nuestra empresa.

En definitiva, el vídeo institucional resulta una herramienta de innegable valor para nuestra empresa ya que con él vamos a poder transmitir una imagen de modernidad tanto al exterior como a nuestro equipo de colaboradores que hasta ahora no habíamos utilizado. Cabe destacar también la versatilidad de un vídeo institucional a la hora de ser distribuido tanto a través de la red como de soportes físicos.